Los empresarios Sergio Navarro e Iñigo Landeta han abierto este verano su segundo Macarela en la calle Doctor Fleming con la intención de traer a Madrid un pedacito de su tierra natal, Cádiz.

El local, que tiene capacidad para unos 90 comensales, está muy bien pensado para trasladar a sus clientes hasta las playas gaditanas. Marta Banús, arquitecta e interiorista tan de moda en Madrid, se ha encargado de este proyecto inspirándose en la costa de la Janda (Barbate, Conil, Vejer…).

Gran luminosidad y predominio del blanco, la madera y tonos tierra, para hacer de la sencillez y la naturalidad, un éxito con estilo propio.

Consta de dos plantas y varios espacios (zona de la barra, mesas altas y bajas) que guardan gran intimidad gracias a la separación que existe entre las mesas. Y en la entrada, al igual que en su primer establecimiento, se encuentra el icono de Macarela, el Olivo, como representación de Andalucía y emblema de este restaurante.

El concepto es cocina gaditana de calidad adaptada a las últimas tendencias artísticas y gastronómicas. Platos muy bien presentados y detalles cuidados a un precio asequible.

La carta está separada en: raciones y medias raciones para picar, carnes de ternera de retinto y atún rojo de la almadraba. Éste último, con un apartado especial, por ser el producto estrella.

 

Nosotros nos pedimos varios entrantes para compartir. El primero fue la media ración de Carne mechá especiada, con un corte muy fino, un toque de aceite y sal gorda. Aunque este plato aparentemente no tenía nada, su sabor era especialmente bueno.

El segundo fue la Ensaladilla de langostinos y melva canutera, con huevas de salmón y pétalos que daban gran colorido al plato. Una ensaladilla fuera de lo común con una mezcla de sabores muy intensos.

 Y el tercer y último entrante, fueron los Calamares que estaban cocinados al punto perfecto sobre una cama de guacamole, cebolla, pipas de calabaza y tomate seco. Las pipas de calabaza y el tomate seco le daban un toque diferenciador, pero para mi gusto, la cantidad de pipas era excesiva ya que tenían un sabor muy fuerte y anulaban el del calamar.

                                                                                            

No nos podíamos ir sin probar el atún. Elegimos el Atún picante a la parrilla con polvo de maíz, crema de aguacate, salsa de ajo, chile y schichimi. Estaba espectacular, materia prima de calidad, mezcla de sabores y texturas muy acertada y cantidad más que suficiente. Si no te gusta mucho el picante, te recomendaría elegir otro de sus platos de atún ya que sin la salsa picante se queda un poco seco.

Por último, probamos uno de sus postres caseros, la Tarta de chocolate con galletas sobre chocolate en polvo y bola de helado de cookies and cream. La verdad es para ser una tarta casera, no cumplió expectativas. Un poco dura y seca para mi gusto.

 

El servicio fue rápido, amable y atento. Eché en falta un poco de explicación a cerca de los platos.

Si quieres viajar al sur sin tener que recorrer 600 kms, te recomiendo Macarela, una opción con una buena relación calidad-precio y platos típicos gaditanos con toques sorprendentes y diferenciadores.

Dirección: Calle Doctor Fleming, 23, 28036 Madrid.

Teléfono: 91 051 38 11

Precio medio: 25 €.

Dirección 2: Calle Monte Esquinza, 39, 28010 Madrid.

Teléfono 2: 91 599 11 29